Al final no hemos pasado nuestros últimos días en una villa que tanto había pedido pero bueno este hostal es algo como lo que quería. Ya dijo Angela que tienen habitaciones decentes, una piscina, dos supermercados para comprar desayuno y snacks, unos puestos nocturnos para cenar y estamos a mitad de camino de todas las playas ¿Qué más se puede pedir?
Nos levantamos con la calma, Paula y Angs son las más madrugadoras y al poco nos unimos Jorge y yo. Alba, Jack y Boris van apareciendo con cuentagotas.
Vamos desayunando y miramos a que playa podemos ir. Alba, decidida a hacerse un tatuaje, tiene que estar en la tienda antes de las 5pm así que ya tenemos un plan del día.
Como siempre, terminamos de prepararnos sobre las 12 y salimos rumbo a una nueva playa. Antes de empezar el camino paramos en un supermercado a comprar agua y sacar algo de dinero. Jack y Alba hablan con una pareja que les dicen que hay policías en la ruta que están parando turistas para sacarle los cuartos. Ya nos habían avisado que suele pasar eso con los turistas así que no nos arriesgamos y decidimos ir a otra playa, la península está llena de ellas así que sin problemas.
Volvemos al mismo restaurante que comimos ayer, pues la comida esta rebuena y es bastante barato. Con la panza bien llena, tomamos camino hacia Green Bowl beach, una playa con una gran retails de escalones para acceder a ella. El problema no es bajarlos, que un poco si, es subirlos pero con los trekkings que hemos hecho para nosotros ya es pan comido.
Llegamos demasiado pronto, la marea está muy alta y tenemos que llegar a una cueva donde no llega el agua de las olas. Vamos por turnos y Alba se queda la última, con tan mala suerte que llega una ola enorme y la empapa entera, pobre aunque así no necesita meterse en el agua.
Cuando llegamos nos encontramos con Amrei y ella se emociona mucho ya que nos esperaba más tarde. Su novio Bill está haciendo surf con muy buenas olas.
Nos aposentamos cerca de ella y de dos mujeres mayores que están de viaje de placer. Rondan los 50 años y una de ellas se mete al agua con Bill para coger algunas olas.
El resto nos quedamos totirados en la toalla intentando dormir cuando una mamachu llega y nos dice que tengamos cuidado que hay una serpiente.
Boris afirma que es de agua y que no se va a mover hasta q vuelva a subir la marea. Seguimos con nuestra siesta y algunos conseguimos cerrar los ojos un poco.
Llega la hora de que Alba vaya a su tienda de tattoos y se marcha con Jack, Paula, Angs, Jorge y Amrei. Boris, Bill y yo nos quedamos con las dosujetes a ver el atardecer.
Alba solo tenía que ir a darle el visto bueno al diseño pero el artista empieza a prepararlo todo cuando ella le dice que le gusta, así que en media hora ya tiene su tatuaje hecho.
Mientras ellos estaban allí, el resto nos seguimos bañando en la playa. La corriente es tan fuerte que Boris es arrastrado de un lado de la playa al otro en cuestión de segundo. Bill tiene que dar un buen rodeo para poder llegar a la zona from coger la olas y poder surfearlas. Yo me quedo tranquilo en la orilla charlando con las mujeres pues no hay mucho sol y empieza a refrescar.
De vuelta subimos las escaleras del infierno, con lo frescos que veníamos de la playa ahora estamos sudando pero el camino en moto nos refresca. Antes de llegar al hostal nos encontramos con todos que están en la tienda comprando un snack.
Bill y Amrei se van a ducharse, cenar y prepararse para volver a nuestro hostal a jugar a las cartas. Nosotros nos quedamos de relax y nos preparamos con la calma. ¡Qué tranquilidad tenemos en el cuerpo! Ya todos listos llegan nuestros amigos y vamos a por la cena para comer todos juntos en el hostal.
Después de la cena llega la sobremesa que a lo tonto se alarga casi hasta la 1 de la mañana, esta vez no ha habido juego de cartas pero hemos echado una noche agradable.
Muchas gracias a todos los que nos habéis leído, como dijo Paula hace poco, habéis sido participes de este viaje, os hemos tenido cerca y a la vez tan lejos. Muchas gracias a todas aquellas personas que nos han leído desde España, UK u otros lugares de mundo.
Una de las cosas que más voy a echar de menos es la posibilidad y la facilidad que hay a la hora de conocer gente nueva, sus culturas, sus formas de ser y sobre todo lo que nos une a todos y cada una de las personas que hemos ido conociendo a lo largo de viaje: las ganas de viajar y conocer más mundos. Nunca se me había pasado por la mente la idea de viajar solo y con este viaje iba sobre seguro porque no lo iba, iba con mi familia. Aquella que formamos en Londres y a traspasado muchas fronteras, muchos momentos y que les llevaré conmigo este donde esté.
Porque los amigos es la familia que se elige y quién sabe dónde estaremos dentro de 10 años, pero pase lo que pase siempre estaréis conmigo. Gracias por todos los momentos que hemos vivido y por los quedan por vivir.
Os quiero
Javi 👳🏾
Habéis tenido los últimos días de relax, playas, piscina, buceo...pero seguís fieles a vnuestra filósofos de no dejar que os timen ni un céntimo...o lo que sea.��
ResponderEliminarDesde luego estos 90 días habéis vivido experiencias estupendas, pero la convivencia que habéis tenido no se consigue si todas las personas que forman en grupo no son tan «buena gente» como vosotros.
Ya queda poquito para veros!!Lo estoy deseando!! Muchos besos!!����������
Qué bonito Javi!
ResponderEliminarQué bonito grupo!
Esta experiencia os hará llevaros en el corazón.
Un abrazo.