What's up!
Abro los ojos y por una vez hago la función de despertador, las alarmas sonaron y tal cuál las apagamos sin querer. En vez de podernos duchar, nos tenemos que adecentar deprisita que se nos pasa la hora.
Son las 2.30 am y hace fresquito, o más bien bastante frío. Nos ponemos las térmicas y listos para nuestro trekking nocturno. Estoy más que emocionado por ver el amanecer y la zona del Bromo.
Ayer nos explicaron que aproximadamente son 9 km hasta el View Point, otros 9km para llegar hasta arriba del cráter del volcán Bromo y unos 4km hasta llegar de vuelta al pueblo.
Empezamos con muchísimas ganas a andar en la oscuridad, solo llevamos 2 linternas, pero tenemos móviles con flash para ver encima de lo que estamos pisando. La luna alumbra un pelín el camino y vemos las sombras de los árboles, un montón de estrellas y lo que parece el perfil de la montaña que tenemos que escalar para llegar al view point.
Los primeros kilómetros son por una carretera, nos encontramos a algunas bandas de turistas que se atreven como nosotros a hacer el recorrido andando, algunos jeeps de los turistas vaguetes y algunos locales montando a caballo.
Tenemos en la cabeza que en cualquier momento podemos encontrarnos a los guardias que nos pedirán los 18€ que cuesta la entrada al parque natural. Pero de momento vamos teniendo suerte y evitamos el pago.
En un momento llegamos al camino que empieza a trepar la ladera de la montaña, Áng y yo nos compramos unas bananas en un puestecito de una señora Indonesa que nos indica el camino hasta el view point.
Todo va rodado aunque ya se empiezan a notar las cuestas empinadas y Alba empieza a quedarse sin respiración. La apoyamos moralmente y seguimos el camino. El camino desaparece cuando llegamos a la primera base. Empezamos a encontrarnos en la nada, no hay manera de encontrar el camino que sigue hacia arriba. Los demás caminantes también parece que están un poco perdidos, pero con ayuda del GPS de Javi encontramos el senderito. Seguimos subiendo y vemos una nube enorme que parece no pintar nada en medio de la nada. Parece que es la nube de cenizas del volcán y nos encanta!
El paisaje a pesar de estar oscuro empieza a tomar relieve y es impresionante. Vemos telas de araña gigantes cuando apuntamos las linternas hacia los árboles, el camino se hace más vertical y cuesta un poco subirlo, trepando rocas y atravesando por zonas en las que nos mojamos los pantalones por las plantas de helecho que están mojadas, suponemos que por el rocío.
Estamos a punto de alcanzar el punto final, oímos ruidos y parece que va a estar lleno de gente, aunque no hemos visto nada más que a dos grupos de gente haciendo el camino andando, suponemos que los jeeps llevan a mucha peña camino arriba.
Alba, Jack y Paula se toman un respiro mientras Javi, Ang y yo exploramos donde puede estar la mejor zona para ver el amanecer. Encontramos un poco más arriba una zona ideal para verlo aunque esta llena de gente, pero con un saltito a los pilares de la valla nos hacemos con el mejor punto.
Paula necesita un te caliente y suerte que hay un señor vendiendo bebidas para el frío de la mañana. Ella no se encuentra muy bien por la subida y el frío, pero después del té todo arreglado!
Esperamos unos minutitos y se hace la magia, es increible. Las luces del amanecer sobre las montañas y enfrente nuestra una explanada blanca por la niebla baja, y en medio, cuatro volcanes impresionantes, el Bromo expulsa una nube de cenizas blancas que sobresale por encima de la niebla y otro de los volcanes hecha pequeñas nubes de vez en cuando. El paisaje es indescriptible y las fotos no hacen justicia.
Es una locura, la niebla empieza a moverse y a bajar la ladera hasta el pueblo aunque no se ve nada de lo que puede haber en la explanada de los volcanes, la niebla es muy densa.
Rojos, rosas, azules, negros, todos los colores imaginables aparecen frente a nosotros, estamos disfrutando esto como enanos. Ya es completamente de día y tenemos que ponernos en marcha si queremos llegar al top del volcán Bromo. Empezamos a bajar y los ánimos están muy arriba.
Pasamos todo el camino que habíamos recorrido para subir y llegamos a los campos de cultivo del pueblo. Tienen todo muy organizadito y perfectamente estructurado a pesar de lo escarpado del terreno. Bajamos una cuesta increíble y atravesamos el mar de niebla, ya podemos ver un poquito lo que nos espera en la esplanada, es un mar de arena, un desierto negro en mitad de la frondosidad de la jungla y bosques Indonesios!
Andamos por el mar de arena sin mucho criterio, solo siguiendo las pocas huellas de caballos que encontramos y utilizando el GPS. Llegamos a la zona donde aparcan los jeeps, habrá como unos 30000000 jeeps, pero no se ve nada más allá de 3 metros así que no parece que esté muy petado de turistas Indonesios.
Pasamos un templo muy chulo en medio de la explanada y dejamos a mano derecha una montaña que parece un volcán. Más tarde descubriríamos que es un volcán inactivo, con toda su forma de cono y las marcas de los ríos de lava que algún día bajaron sus laderas, todo cubierto por vegetación que le da un toque verde increíblemente bonito.
Al final llegamos a la falda del cráter del Bromo, es una pasada, ya no hay tantísima niebla y se puede apreciar lo precioso que es el mar de arena. Hay mucha gente andando, otros muchos cabalgando caballos montañas arriba y abajo.
Paula decide quedarse abajo, no parece un a escalada fácil y no quiere que le de otra pajarita.
Los demás empezamos a subir las escaleras del infierno, y es que, cuando llegamos arriba del todo vemos el cráter en si mismo, toda la fuerza de la tierra debajo del volcán rugiendo y expulsando humo blanco y amarillo por el azufre, se ven las grietas por donde salen las nubes y hay algún montoncito de mierda de los turistas y locales guarretes. Además vemos un esqueleto de caballo en el top del volcán, pensamos que puede ser una ofrenda de algún local, y también localizamos una pequeña escultura de Ganesha con flores alrededor, que simbolizan el punto sagrado del volcán.
Creo que no hay nada más bonito que este punto del planeta tierra, con la naturaleza tan viva como muerta, es impresionante.
Cuando llegamos de vuelta al hostal nos damos cuenta que no hemos pagado ni un dolar Indonés por nuestra aventura, así que estamos la mar de contentos. Ya pagamos una fee de entrada al pueblo así que entendemos que es suficiente por ser gente que lo único que hacemos es disfrutar del parque natural, hacer un turismo responsable y consumir en las tiendas del pueblo.
Preguntamos por nuestro desayuno de recompensa, solo son las 9 de la mañana y nos morimos del hambre, en el hall de las habitaciones nos encontramos unos talleres con arroz, tortilla y tempet ( masa de granitos de soja), una buena recompensa por el gran esfuerzo!
Una duchita rápida y la furgoneta está lista para salir hacia Surabaya, dónde cogeremos un avión a nuestro próximo destino.
Vaya día más largo me ha tocado escribir!!!
Hacemos una parada en Probolingo, nos encontramos a una señora mayor sentada como una reina en a su puesto de bananas y me vende 10 bananas por 5000 dolares, todo una ganga!
El autobús que nos lleva desde Probolingo hasta Surabaya es local, dos filas de asientos una con 2 sitios y otra con 3, nos toca amontonar nos como sardinas, es incómododisimo, aunque al final encontramos la postura, unos tumbados encima de los otros. El autobús está amenizado por karaokes y señores que llevan la charanga encima, con sus bongos y guitarras se suben al bus a tocar unas cancioncillas y a pedir una propina.
Después de unas 3 horas por fin llegamos, todos los locales se ríen a carcajadas de mis plátanos Indonesios, llevan la gusta encima, son majísimos y nos ayudan en todo, a encontrar wifi, hostales, etc.
Como la búsqueda online no da resultado nos ponemos en marcha, queremos llegar a un hostal majete y parece que todos están hasta arriba. En uno de ellos nos dejan wifi y bookeamos las habitaciones, nos cogemos un taxi loco y llegamos al hostal.
Nos recibe una señora que no puede ser más amable y risueña, nos prepara unos noodles gratis, nos ve en la cara que morimos de hambre. Después de una siestecita, Abraham, un Indonés que se ha quedado atrapado en Java mientras hacia su ruta de backpacker por un problema con su tarjeta de crédito, nos acompaña a comprarnos un snack al súper. Todo el mundo nos mira con sonrisas y nos encanta. Es un placer que la gente sea tan agradable.
De vuelta al hostal, hacemos la investigación para llegar a las Gili Islands y todo listo para mañana.
Después de tantísimas horas es hora de dormir!
Buenas noches y hasta la próxima!
Jorge 🐐