Esta mañana habíamos decidido despertarnos tarde y tomarnos el día relajadamente, pero a las 8:30 nos despertaron diciendo que había clase de yoga y allí fuimos. Lo malo es que al llegar a la azotea la habían pospuesto a las 5pm. Pero ya que estábamos despiertos desayunamos mientras conocíamos a gente del hostal y nos fuimos a visitar la ciudad.
Lo primero que visitamos fue un templo sikh. Igual que en el que visitamos en Delhi, nos hicieron cubrirnos la cabeza y lavarnos las manos y pies antes de visitarlo. Debo decir que me gustó bastante más por fuera que por dentro.
Lo primero que visitamos fue un templo sikh. Igual que en el que visitamos en Delhi, nos hicieron cubrirnos la cabeza y lavarnos las manos y pies antes de visitarlo. Debo decir que me gustó bastante más por fuera que por dentro.
Después fuimos al lago de la ciudad, en el que estaban haciendo un festival. Según bajábamos las escaleras para llegar allí, nos llamó la atención los colores de aquella vista: mucha gente vistiendo colores brillantes, los edificios de un blanco impoluto y las aguas más azules que he visto por India. Nos quitamos los zapatos y caminamos entre la gente, palomas y restos de comida que había por el suelo.
Recorrimos parte de un mercadillo para llegar al al templo de Braman. Para entrar nos empezaron a poner demasiadas pegas (no zapatos, no mochilas, no cámaras, dejar las cosas en un sitio específico...) así que las chicas decidimos esperarles fuera con las cosas y que nos dijeran si merecía la pena entrar después o no. En cuanto nos sentamos a esperar empezaron a pedirnos fotos, y en cosa de dos minutos teníamos a unos 30 hombres alrededor, móviles en mano haciendo turno para su momento. No se nos está dando mal lo de ser famosos, cuando nos teníamos que ir juntamos a varios de los que quedaban sin foto y nos hicimos una selfie. Así, todos contentos.
Después volvimos al mercadillo, y terminamos nuestras compras a contrarreloj, ya que a las 5 teníamos que estar en yoga. Ángela compró unas especias y un té para llevar de recuerdo, y estábamos negociando con otro vendedor (aunque en este mercadillo la mayoría de cosas eran tan bonitas y diferentes que a veces nos olvidábamos de regatear) cuando sintió algo en la mano. Miró y se encontró ¡una vaca comiéndose su bolsa de especias! Luchamos (bueno, Alba tiró de la bolsa, los demás no nos atrevimos), y los transeúntes nos miraban sin saber muy bien que pasaba, aunque algunos ayudaron también. Cuando conseguimos la bolsa solo pudimos salvar las especias. La bolsa de té estaba rota y cubierta en babas de vaca, así que la pobre Ángela se quedó sin regalo.
En la primera hora de yoga nos enseñaron varias formas de respirar, en la segunda ya se fue complicando metiendo posturas imposibles. Al final, tuvimos media hora de relajación bajo las estrellas a la luz de las velas. Habíamos empezado la clase 2 h y media bajo un sol estupendo y ya era totalmente de noche. Al terminar, el profesor nos pidió una donación de 500 rupias por persona, que no pagamos, y nos fuimos a cambiar para la cena.
No nos esperábamos que el profesor de yoga viniera a nuestra habitación a pedirnos el dinero, cuando había dicho que era una donación, así que cuando apareció le dijimos que no teníamos suficiente efectivo, y aunque se ofreciera a acompañarnos a un cajero le dimos 700 y salimos a hablar con los compañeros para ver si también les habían ido a buscar. La mayoría dijeron que no iban a pagarle.
En el hostal nos habían recomendado una pizzería, así que fuimos a buscarla. Tardamos bastante, pero al final conseguimos llegar allí con varios amigos internacionales: Benjamín, un chileno "cuaico" que estaba viajando por Europa e india, Moude, una canadiense que había aprendido español trabajando con mexicanos, y Augusto, un brasileño que había estado viviendo en varias partes de España. El sitio nos sorprendió para bien, y el camarero para mal. La primera persona borde que nos hemos encontrado por aquí, pero las pizzas estaban muy ricas.
Para acabar la noche, volvimos al hostal a pasar un ratito alrededor de la hoguera con los demás.
Mañana tenemos un viaje muy largo, unas 44h hasta llegar a nuestro próximo destino: Mumbai. ¡Ya os contaremos qué tal van!
Recorrimos parte de un mercadillo para llegar al al templo de Braman. Para entrar nos empezaron a poner demasiadas pegas (no zapatos, no mochilas, no cámaras, dejar las cosas en un sitio específico...) así que las chicas decidimos esperarles fuera con las cosas y que nos dijeran si merecía la pena entrar después o no. En cuanto nos sentamos a esperar empezaron a pedirnos fotos, y en cosa de dos minutos teníamos a unos 30 hombres alrededor, móviles en mano haciendo turno para su momento. No se nos está dando mal lo de ser famosos, cuando nos teníamos que ir juntamos a varios de los que quedaban sin foto y nos hicimos una selfie. Así, todos contentos.
Después volvimos al mercadillo, y terminamos nuestras compras a contrarreloj, ya que a las 5 teníamos que estar en yoga. Ángela compró unas especias y un té para llevar de recuerdo, y estábamos negociando con otro vendedor (aunque en este mercadillo la mayoría de cosas eran tan bonitas y diferentes que a veces nos olvidábamos de regatear) cuando sintió algo en la mano. Miró y se encontró ¡una vaca comiéndose su bolsa de especias! Luchamos (bueno, Alba tiró de la bolsa, los demás no nos atrevimos), y los transeúntes nos miraban sin saber muy bien que pasaba, aunque algunos ayudaron también. Cuando conseguimos la bolsa solo pudimos salvar las especias. La bolsa de té estaba rota y cubierta en babas de vaca, así que la pobre Ángela se quedó sin regalo.
En la primera hora de yoga nos enseñaron varias formas de respirar, en la segunda ya se fue complicando metiendo posturas imposibles. Al final, tuvimos media hora de relajación bajo las estrellas a la luz de las velas. Habíamos empezado la clase 2 h y media bajo un sol estupendo y ya era totalmente de noche. Al terminar, el profesor nos pidió una donación de 500 rupias por persona, que no pagamos, y nos fuimos a cambiar para la cena.
No nos esperábamos que el profesor de yoga viniera a nuestra habitación a pedirnos el dinero, cuando había dicho que era una donación, así que cuando apareció le dijimos que no teníamos suficiente efectivo, y aunque se ofreciera a acompañarnos a un cajero le dimos 700 y salimos a hablar con los compañeros para ver si también les habían ido a buscar. La mayoría dijeron que no iban a pagarle.
En el hostal nos habían recomendado una pizzería, así que fuimos a buscarla. Tardamos bastante, pero al final conseguimos llegar allí con varios amigos internacionales: Benjamín, un chileno "cuaico" que estaba viajando por Europa e india, Moude, una canadiense que había aprendido español trabajando con mexicanos, y Augusto, un brasileño que había estado viviendo en varias partes de España. El sitio nos sorprendió para bien, y el camarero para mal. La primera persona borde que nos hemos encontrado por aquí, pero las pizzas estaban muy ricas.
Para acabar la noche, volvimos al hostal a pasar un ratito alrededor de la hoguera con los demás.
Mañana tenemos un viaje muy largo, unas 44h hasta llegar a nuestro próximo destino: Mumbai. ¡Ya os contaremos qué tal van!
Un besazo enorme,
Paula
Un día muy completo en Pushkar. Cómo lo pasáis, aunque con tanto templo, no sé si os vais a acordar de ellos.
ResponderEliminarJajaja! Qué risa imaginado la cara de Alba al ver que la vaca se comía su bolsa 😂😂😂😂😂😂.
Seguid así, me encantan vuestros relatos, espero impaciente el siguiente. 😘😘😘
¿Pero cuantos euros son las 500 rupias q tanto os duele "donarlas" al profe de yoga? ��
ResponderEliminarNo es el dinero Fede, es el hartazgo de que intenten timarte. Yo también discutía media hora y luego me daba cuenta de que lo había estado haciendo por un duro (5 pesetas=0,03€)
EliminarLas 500 rupias son unos 6-7€ por persona. Que en España no es nada, pero aquí es lo que sale de media comer un dia los 5...y entre todos serían más de 30€! Jajaj
EliminarDe todas formas, ayer nos avisaron de que habían echado al profe de yoga... No sabemos si sentirnos culpables por andar preguntando a todo el mundo el tema de la donación o habrá sido por otra cosa!
Nada, parece que aunque queráis tener un día relajadito, no os dejan!
ResponderEliminarMe encanta leeros y espero todos los días la siguiente etapa para disfrutar y reírme un rato con vosotros, menudo trabajo que tiene esto del blog con los días tan ocupados que tenéis.
Cuando podáis más fotos!!
Ah! Que no se os suba a la cabeza la fama, que es efímera, jajaja!! ;)
¡Qué bonitos los colores! Preciosas fotos.
ResponderEliminarDe vez en cuando se os hace necesario comer algo de comida occidental y sin picante.
A seguir compartiendo con nosotros. Es como si viajáramos.
Un beso.