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miércoles, 22 de febrero de 2017

Día 19: Goodbye Goa



A pocos días de acabar con nuestro tour por India nos levantamos sin hora, recuperamos energías con un café y unas tostadas con queso de untar, que nos recuerda al que comíamos para merendar cuando éramos pequeños.

Al quedarnos pocos días por aquí tenemos que empezar a organizar la llegada al siguiente país Myanmar. Miramos hosteles, rutas hacia las ciudades, transportes y demás pero cuando miramos el reloj: la hora de hacer el check out y nosotros sin la mochila preparada 😱. Rápidamente nos ponemos a organizarla y nos preparamos para ir a la playa.

De camino a ella, Paula y Alba tenían que comprar un par de chanclas por lo que Jorge y yo nos fuimos directamente a la playa mientras que las chicas se quedan de compras. Nuestra llegada a la playa no fue nada parecida a la que tuvimos en en sur. Aquí todo parecía más Benidorm que India, muchos chiringuitos llenos de cangrejos ingleses que disfrutan de sus vacaciones sin preocupaciones.

Llegan las chicas a la playa con sus nuevas chanclas y echamos la mañana/ tarde en la orilla. Mientras algunos nos dormimos un poco, otros contemplan la vida pasar. Nos entra el hambre y decidimos ir en búsqueda de uno de esos chiringuitos 3B. Tras nuestro almuerzo nos despedimos de la playa y marchamos al hostal para recoger las mochilas y continuar nuestro viaje.

 

En el hostal comprobamos que la ruta planeada al aeropuerto ya no nos servía ya que solo hay un autobús diario que va al aeropuerto y es a las 10:30😱😱
18:09 nos comentan que solo tenemos dos alternativas: ir en taxi pagando unas 1500 rupias o coger tres autobuses con el riesgo de quedarnos a mitad de camino porque el último bus pasaba a las 18:30. Seguimos nuestro espíritu aventurero y nos decidimos por una segunda opción. 
Ya en la calle principal de Calangute pasan muchos autobuses y conseguimos coger el que nos lleva a Panjali. Allí buscamos tickets para ir hacia Vasco de Gama y nos cierran la taquilla por lo que  hay que subirse al autobús sea como sea. Tras una caída mía sin importancia por un tropiezo, llegamos al autobús donde nos esperaba la lucha por una plaza. Conseguimos subirnos y un hombre muy majo nos cede el espacio de sus piernas para colocar las mochilas. 
Entrando en la autopista, todo el autobús empieza a jadear y a reírse de algo que no llegamos a entender. Nuestro amigo nos dice que el cobrador de los billetes se había quedado en la estación y venía corriendo por la carretera. 

A un kilómetro del aeropuerto nos encontramos un atasco por un accidente, empezamos a planearnos coger un taxi pero nos dicen que llegaremos a tiempo. De repente el bus no puede continuar y se para en medio de la carretera,  aquel hombre que había echado todo el viaje conversando con nosotros, llama a un taxi para que nos recoja en medio de ninguna parte y nos lleve al aeropuerto.

Ya en el aeropuerto, comenzamos a pesar controles para entrar. Preparamos las mochilas con el rollo film para protegerlas y nos dicen que hay que escanearlas. Alba tiene que abrir la suya porque tiene una batería portátil y un mechero, él cual se lo quitan. 

Nos toca pasar el control para embarcar, las mochilas de Jorge, Alba y mía paradas porque había algo que no podía llevarse. Nosotros extrañados porque no teníamos nada que no haya pasado antes. Nos piden que saquemos los mecheros que no pueden entrar. Total que entre los que se han gastado, perdido y/o quitado nos hemos quedado sin mechero. Menos mal que Paula dice que tiene uno en la mochila grande y que no se lo han visto. 

Ya toca esperar a embarca a ver qué tal se la da noche de vuelos.

Mañana más y mejor

Buenas noches

Javi 👳🏽

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