Pushkar- Delhi - Mumbay
Después de un buen desayuno en el hostel, despedirnos de la gente y de Badu y Pappi Chulo (los perretes), salimos de camino a Delhi.
El viaje de 8 horas no se hizo tan largo como esperábamos, sólo que después del yoga todos estábamos un poco resentidos. Además empezábamos a estar intrigados por el viaje en tren de 31 horas que nos esperaba..
Al llegar a Delhi quisimos sacar dinero y, como no, otra vez fue toda una misión, una misión fallida, ya que en todos y cada uno de ellos el cartel que asomaba era el mismo: "cash out" o "no cash".
En uno de esos intentos de encontrar el ATM, nos dieron un folleto de un restaurante Americano de hamburguesas veg o non-veg, y con el menú a buen precio. Decidimos hacer la merienda-cena alli ya que más tarde ya cargando con las mochilas sería mucho más complicado ir a buscar algo de comer. Y estaban muy ricas, pero como siempre pasa aquí, todo picaba más de la cuenta, y nada de sabor americano 😂
Una vez en la estación de Delhi nos dividimos en dos grupos. Javi, Paula y Alba fueron a confirmar los billetes del tren y a asegurarse de que todo estaba en orden (era posible que estuviéramos en lista de espera para los asientos), y Ángela y Jorge se quedaron en el coche vigilando las maletas, en pánico, y poniendose nervioso el uno al otro. A Javi, Paula y Alba les intentaron timar en la estación por 472927583514 vez...(seguramente no lo última) , un señor malo intentó llevarlos a una agencia falsa de billetes para sacarles dinero. Al final todo salió bien, y nuestros billetes estaban en orden.
Ya todos juntos, entramos en la estación a buscar el andén 4 y la zona b1 donde estarían nuestros asientos/cama.
Como siempre el centro de atención, pero está vez con más motivo siendo los únicos extranjeros en toda la estación.
Llegó la hora de entrar al tren, ya llegaba, la espera se hizo larga sin saber qué nos íbamos a encontrar.
Nada más entrar un hombre con turbante nos dice que él va solo, que nos podemos poner todos juntos con él (aunque nuestros asietos estaban separados), así que cogemos nuestras mochilas y nos ponemos con él en las literas. Capitán Ramandip Singh Gill era su nombre; alto, educado, más que amable, apuesto...Nuestro príncipe Indio...❤ Nos ayudó y protegió desde el primer momento que entramos en el tren, nos enseñó cosas sobre el ejército indio (era capitán), sobre otras ciudades de la India y de historia. A los chicos les conquistó con sus aventuras y a las chicas con el corazón. Un hombre de los que ya no quedan...❤❤❤
El motivo por el que estábamos un poco asustados era por un borracho en un compartimento al lado de nuestro, que estaba armando revuelo y mucha gente vino a ver que pasaba, y dos hombres de seguridad con metralletas aparecieron aquí, pero todo se calmó. Más entrada la noche subieron más pasajeros al tren y Jorge y Javi se tuvieron que ir a dormir al compartimento del borracho (nuestros asientos originales). Él empezó a montar jaleo de nuevo y al final vinieron los de seguridad del tren y se lo llevaron "a hostias" (literal). A partir de ahí todo se calmó, y a pesar de los ruidos, la gente subiendo y bajando, parece que algo hemos dormido.
Ya desde por la mañana el día ha transcurrido muy tranquilo. Hombres pasando y vendiendo comida, algún chai, galletas, comida, ukelele, malabares, lectura, fotos de famosos con los autóctonos, y esperamos que pasen pronto las 8 horas que nos quedan.
Además las dos nuevas mujeres con las que hemos compartido cubículo han sido como mamás. Nos han cuidado, dado consejos y cena. Muy adorables!
De estos dos días hemos sacado dos conclusiones muy importantes:
1. Los indios en general son personas súper generosas, que te ofrecen todo lo que tienen; y muy abiertos, que te hablan y quieren saber más de ti y contarte cosas.
2. Alba odia Delhi.
Os queremos!
Después de un buen desayuno en el hostel, despedirnos de la gente y de Badu y Pappi Chulo (los perretes), salimos de camino a Delhi.
El viaje de 8 horas no se hizo tan largo como esperábamos, sólo que después del yoga todos estábamos un poco resentidos. Además empezábamos a estar intrigados por el viaje en tren de 31 horas que nos esperaba..
Al llegar a Delhi quisimos sacar dinero y, como no, otra vez fue toda una misión, una misión fallida, ya que en todos y cada uno de ellos el cartel que asomaba era el mismo: "cash out" o "no cash".
En uno de esos intentos de encontrar el ATM, nos dieron un folleto de un restaurante Americano de hamburguesas veg o non-veg, y con el menú a buen precio. Decidimos hacer la merienda-cena alli ya que más tarde ya cargando con las mochilas sería mucho más complicado ir a buscar algo de comer. Y estaban muy ricas, pero como siempre pasa aquí, todo picaba más de la cuenta, y nada de sabor americano 😂
Una vez en la estación de Delhi nos dividimos en dos grupos. Javi, Paula y Alba fueron a confirmar los billetes del tren y a asegurarse de que todo estaba en orden (era posible que estuviéramos en lista de espera para los asientos), y Ángela y Jorge se quedaron en el coche vigilando las maletas, en pánico, y poniendose nervioso el uno al otro. A Javi, Paula y Alba les intentaron timar en la estación por 472927583514 vez...(seguramente no lo última) , un señor malo intentó llevarlos a una agencia falsa de billetes para sacarles dinero. Al final todo salió bien, y nuestros billetes estaban en orden.
Ya todos juntos, entramos en la estación a buscar el andén 4 y la zona b1 donde estarían nuestros asientos/cama.
Como siempre el centro de atención, pero está vez con más motivo siendo los únicos extranjeros en toda la estación.
Llegó la hora de entrar al tren, ya llegaba, la espera se hizo larga sin saber qué nos íbamos a encontrar.
Nada más entrar un hombre con turbante nos dice que él va solo, que nos podemos poner todos juntos con él (aunque nuestros asietos estaban separados), así que cogemos nuestras mochilas y nos ponemos con él en las literas. Capitán Ramandip Singh Gill era su nombre; alto, educado, más que amable, apuesto...Nuestro príncipe Indio...❤ Nos ayudó y protegió desde el primer momento que entramos en el tren, nos enseñó cosas sobre el ejército indio (era capitán), sobre otras ciudades de la India y de historia. A los chicos les conquistó con sus aventuras y a las chicas con el corazón. Un hombre de los que ya no quedan...❤❤❤
El motivo por el que estábamos un poco asustados era por un borracho en un compartimento al lado de nuestro, que estaba armando revuelo y mucha gente vino a ver que pasaba, y dos hombres de seguridad con metralletas aparecieron aquí, pero todo se calmó. Más entrada la noche subieron más pasajeros al tren y Jorge y Javi se tuvieron que ir a dormir al compartimento del borracho (nuestros asientos originales). Él empezó a montar jaleo de nuevo y al final vinieron los de seguridad del tren y se lo llevaron "a hostias" (literal). A partir de ahí todo se calmó, y a pesar de los ruidos, la gente subiendo y bajando, parece que algo hemos dormido.
Ya desde por la mañana el día ha transcurrido muy tranquilo. Hombres pasando y vendiendo comida, algún chai, galletas, comida, ukelele, malabares, lectura, fotos de famosos con los autóctonos, y esperamos que pasen pronto las 8 horas que nos quedan.
Además las dos nuevas mujeres con las que hemos compartido cubículo han sido como mamás. Nos han cuidado, dado consejos y cena. Muy adorables!
De estos dos días hemos sacado dos conclusiones muy importantes:
1. Los indios en general son personas súper generosas, que te ofrecen todo lo que tienen; y muy abiertos, que te hablan y quieren saber más de ti y contarte cosas.
2. Alba odia Delhi.
Os queremos!
Án☀ y Albi🦄
¡¡Una experiencia única el viaje en tren ¡¡Qué aventura!! Y qué suerte conocer a vuestro príncipe el Capitán Ramandip Singh Gill, �� habrá sido un viaje muy
ResponderEliminarentretenido escuchando sus aventuras.
Pobres chicos teniendo que ir al vagón con el borracho, mala suerte el compañero que os tocó, aunque en todo lo demás: Genial!! De momento un viaje de 10 conociendo lugares y gentes.��������
Menuda historia, la del tren… qué miedo con el borracho que os tocaba en vuestro camarote, toda una aventura y una suerte haber encontrado a vuestro príncipe Indio!!! (Qué bigote, qué serio!!! )
ResponderEliminarLo que tiene que ser un poco estresante es el continuo intento de timaros… qué agobio, menos mal que estás encontrando gente encantadora.
Genial la foto de las literas!!!
Camarote... Cómo se nota que te vas de crucero!! :P
Eliminar¡¡Vaya récord!! 31 horas en tren.
ResponderEliminarCómo os lo pasáis. Qué de historias cada día, y eso que sólo contáis un poquito, las que se quedarán en el tintero.
Pues el capitán yo creo que sonríe, pero debajo del bigote y la barba. Mírale los ojillos
El viaje interminable jajajaja la foto buenísima parece que vais en una nave espacial del siglo XVIII
ResponderEliminarConsejo para cuando se ponen muy pesados. Haceros los tontos, como si no entendierais media palabra en ingles, contestad a todo diciendo vuestro nombre y dándoles la mano. Se aburrirán, tardan, pero se irán. A mi me funcionó!! Que siga el viaje!!
ResponderEliminar¡Vaya con el Capitán Ramandip! ¡Qué majo!
ResponderEliminarNo os enamoréis en India, ¡eh!, que está muy lejos.
La foto del tren es buenísima.
Muacccc.
Jajajajaj me parto con vuestro compi de literas!! Igualito que los amigos del tren de Víctor! Por favor decidme que quedasteis después para cenar y recordar anécdotas del viaje!! xP
ResponderEliminarMuy muy fan de las literas triples!!