¡¡Buenos días y perdón por el retraso!! A veces es difícil encontrar el momento de escribir...
Suena el despertador en Cat Ba y y rápidamente salimos de la habitación. El olor y la humedad de ese cuchitril es muy desagradable así que tampoco remoloneamos mucho en la cama.
Desayunamos lo que tenemos a mano: galletas, fruta, café... Y compramos alguna provisión para el día.
Hoy Paula no se ha levantado enérgica, se deja llevar e intenta espabilarse poco a poco. Seguro que es por el tiempo, ¡a cualquiera le aplatana!
De momento no llueve pero el cielo está muy gris y las nubes bajas.
Cogemos un autobús que nos lleva al puertecito donde nos subimos al barco y comenzamos un bonito paseo entre las incontables islas de la zona. Y la verdad, el tiempo no influye para apreciar el paisaje, es precioso.
Primera parada, ¡toca hacer kayak! Nos ponemos por parejas y yo me voy con una chica francesa muy maja. Tenemos más de una hora para disfrutar del agua, las cuevas, los sonidos de los pajaros...
Se va notando el cansancio de brazos pero merece la pena, es increíble.
Disfrutamos el paseo y cuando aparcamos los kayaks toca comer.
¿¡Comer!? ¡Si son las 10:45 de la mañana! Pues si, comemos. Nos sentamos en las mesas con los compis del día y al ataque.
No es la mejor comida del mundo pero no está nada mal. Eso sí, Paula se queda con ganas de más rollitos porque sus compis coreanas de mesa han arrasado con todos.
Después de comer, por muy pronto que sea, entra el sueñecito. Además yo estoy hoy a medio gas y una siesta me vendría de maravilla.
Pero de eso nada, echan el ancla y nos dan el aviso de que toca (para quien quiera) "swimming y snorkeling".
Nos asomamos y estamos cerca de una playita de arena blanca a la que la gente va nadando desde donde estamos.
A los chicos les falta tiempo para estar en lo alto del barco saltando al agua. Alba se cambia rápidamente y su actitud tan dispuesta me acaba convenciendo para que me bañé yo también, que aunque no estoy a tope se luego me van a dar envidia.😂
Paula tiene frío y decide quedarse en el barco que la salida del agua no es nada apetecible con el tiempo que hace.
Una vez todos en el agua empieza a llover, las gafas y tubo que nos han dado son bastante malas y preferimos irnos a la islita a ver conchas bonitas y saltar unas cuantas veces desde el barco.
Javi que está entusiasmado de arriba abajo una y otra vez se despista y cuando quiere subir ya han quitado la escalera. Le toca trepar por la rueda para no quedarse en el agua. 😂
Seguimos el paseíto hasta la Isla de los Monos. Éstos se dedican a perseguir e intentar robar cosas a los turistas por la orilla.
Nosotros les saludamos y aprovechamos el poco tiempo que tenemos para subir al pico de rocas para ver toda la isla.
Hay bastante gente y es complicado porque hay mucha caída y las rocas son muy afiladas. Pero con cuidado y paciencia llegamos arriba y ¡Paula no se ha caído! 👏
Volvemos abajo con más cuidado todavía y al barco de nuevo.
Atravesamos el pueblo flotante de pescadores, es súper curioso. Nos gusta porque es así, no está ahí por turismo. Es de verdad.
Además está lleno de perros andando de un sitio para otro en las plataformas. Nos encanta inventar historias de los perros pescadores y de sus vidas. 😂
El viaje se va terminando y llegamos a Cat Ba de nuevo.
Miramos billetes de autobús para Hoi An y resolvemos el tema del dinero del autobús que salió mal.
Para entonces yo estoy exhausta. Empieza la tormenta. Nos ponemos los chubasqueros y a cenar.
Tenemos caras de cansados así que rapidito a la cama.
Buenas noches a todos.
Án ☀️
Suena el despertador en Cat Ba y y rápidamente salimos de la habitación. El olor y la humedad de ese cuchitril es muy desagradable así que tampoco remoloneamos mucho en la cama.
Desayunamos lo que tenemos a mano: galletas, fruta, café... Y compramos alguna provisión para el día.
Hoy Paula no se ha levantado enérgica, se deja llevar e intenta espabilarse poco a poco. Seguro que es por el tiempo, ¡a cualquiera le aplatana!
De momento no llueve pero el cielo está muy gris y las nubes bajas.
Cogemos un autobús que nos lleva al puertecito donde nos subimos al barco y comenzamos un bonito paseo entre las incontables islas de la zona. Y la verdad, el tiempo no influye para apreciar el paisaje, es precioso.
Primera parada, ¡toca hacer kayak! Nos ponemos por parejas y yo me voy con una chica francesa muy maja. Tenemos más de una hora para disfrutar del agua, las cuevas, los sonidos de los pajaros...
Se va notando el cansancio de brazos pero merece la pena, es increíble.
Disfrutamos el paseo y cuando aparcamos los kayaks toca comer.
¿¡Comer!? ¡Si son las 10:45 de la mañana! Pues si, comemos. Nos sentamos en las mesas con los compis del día y al ataque.
No es la mejor comida del mundo pero no está nada mal. Eso sí, Paula se queda con ganas de más rollitos porque sus compis coreanas de mesa han arrasado con todos.
Después de comer, por muy pronto que sea, entra el sueñecito. Además yo estoy hoy a medio gas y una siesta me vendría de maravilla.
Pero de eso nada, echan el ancla y nos dan el aviso de que toca (para quien quiera) "swimming y snorkeling".
Nos asomamos y estamos cerca de una playita de arena blanca a la que la gente va nadando desde donde estamos.
A los chicos les falta tiempo para estar en lo alto del barco saltando al agua. Alba se cambia rápidamente y su actitud tan dispuesta me acaba convenciendo para que me bañé yo también, que aunque no estoy a tope se luego me van a dar envidia.😂
Paula tiene frío y decide quedarse en el barco que la salida del agua no es nada apetecible con el tiempo que hace.
Una vez todos en el agua empieza a llover, las gafas y tubo que nos han dado son bastante malas y preferimos irnos a la islita a ver conchas bonitas y saltar unas cuantas veces desde el barco.
Javi que está entusiasmado de arriba abajo una y otra vez se despista y cuando quiere subir ya han quitado la escalera. Le toca trepar por la rueda para no quedarse en el agua. 😂
Seguimos el paseíto hasta la Isla de los Monos. Éstos se dedican a perseguir e intentar robar cosas a los turistas por la orilla.
Nosotros les saludamos y aprovechamos el poco tiempo que tenemos para subir al pico de rocas para ver toda la isla.
Hay bastante gente y es complicado porque hay mucha caída y las rocas son muy afiladas. Pero con cuidado y paciencia llegamos arriba y ¡Paula no se ha caído! 👏
Volvemos abajo con más cuidado todavía y al barco de nuevo.
Atravesamos el pueblo flotante de pescadores, es súper curioso. Nos gusta porque es así, no está ahí por turismo. Es de verdad.
Además está lleno de perros andando de un sitio para otro en las plataformas. Nos encanta inventar historias de los perros pescadores y de sus vidas. 😂
El viaje se va terminando y llegamos a Cat Ba de nuevo.
Miramos billetes de autobús para Hoi An y resolvemos el tema del dinero del autobús que salió mal.
Para entonces yo estoy exhausta. Empieza la tormenta. Nos ponemos los chubasqueros y a cenar.
Tenemos caras de cansados así que rapidito a la cama.
Buenas noches a todos.
Án ☀️
Muy bonitas las fotos, qué maravillade playas, dais mucha envidia.
ResponderEliminarPaula!!! Ya vas aprendiendo a andar entre rocas resbaladizas!��������
Y ahora a descansar, que mañana seguro os espera otro día ajetreado.
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