What's up!
Ayer nos dimos cuenta que los días grises se acabaron en el norte de Vietnam, al levantarnos vemos un sol inmenso y un calor que pa qué!
Hoi An es un paraíso, el paraíso Vietnamita con su old town repleta de miles de farolillos de colores, sus campos de arrozales en las afueras llenos de búfalos, trabajadores Vietnamitas con gorritos picudos y garzas por todos los lados comiéndose las semillas de arroz.
Prontito nos despertamos, aunque no se nos olvida que son nuestras pequeñas vacaciones en Vietnam, cogemos las bicis del tío Sam y nos ponemos rumbo a la playita.
La información de los locales siempre es útil, y otra vez nos sirve de mucha ayuda. En un principio teníamos pensado ir a la playa de Cua Dai, pero Sam nos comenta que está llena de pedrolos, que la guena guena es la de An Bang.
Después de un desayuno de te tradicional helado y huevos en pan ( el grupito se está acostumbrando a los Banh Mi), continuamos la ruta atravesando campos de arroz, huertas muy organizaditas , ríos con algún pescador en barquitas de madera y algún que otro manglar. Lo que mas me gusta es ver a los bufalillos de agua comerse las malas yerbas que crecen entre las plantas de arroz, ya que este es el único animal de bosquejo adaptado a la vida en humedales 🏞
También nos encontramos un templo budista con influencias Japonesas, un cementerio Cristiano de lo más colorido y cómo no, un montón de templos enanos en las entradas de las casas con ofrendas de flores y alimentos.
El tráfico de motos según nos acercamos a la carretera principal se vuelve completamente loco 🏍, no es lo mismo andar por el arcén que montar en bici como un motero Vietnamita más. Hay de todo tipo de motos, pero las más frecuentes son las automáticas con gasolina y las que utilizan los jovenzuelos, que suelen ser eléctricas con pedales, muy divertidas.
La playa no es Palolem 🌴, pero es bastante paradisíaca. Las Mamachus de la playa empiezan a hacer su aparición nada más apear el culo en la arena. Van todas cubiertas, desde los dedos gordos hasta el último pelo, con mascarillas y guantes.
Las vamos nombrando como Mamachus de lo que venden, la que más nos gusta es la Mamachu de la cerveza, a pesar de no poderse comunicar muy bien en Inglés, nos vende unas Saigon, y nos escribe su nombre en la arena: Ge. La Mamachu de la crema se hace el Agosto con la venta de la protección solar de 50 a nuestro grupito de blancuchos nucleares ( omitiendo a 👳) y otras son las Mamachus regalistas, pulseras, obsequios, comida,etc, todo amontonado en una cesta no tan grande como parece. Tendrán que darnos un curso para organizar nuestras Backpacks 😋
Una siesta del cordero boca arriba, una camisa de playeo y listos para comer. Nos toca alejarnos bastante de la playa ( los precios de los chiringuitos son carísimos) y encontramos a la Vietnamita Americana. Nos cuenta que su restaurante utiliza alimentos locales y por eso es muy barato, y que ella es Americana aunque no hable ni papa de Inglés. Todos prueban unas pizzas vietnamitas, base de arroz y vegetales, Javi con queso y tomate a lo occidental y Paula un mix de mar y montaña. Venía cortadita como una pizza normal 🍕 pero luego la tenían que añadir hojas de diferentes lechugas y enrollarla en hojas transparentes de papel de arroz, untarlo en soja y listo para el bocado! Nos encantó el sitio y la comida, aunque la Vietmericana nos enchufo 50.000 dongs por unas toallitas húmedas para limpiarnos las manos 😯 vaya traviesa!!
Javi, Paula y Alba se fueron al hostal a prepararse para la noche y descansar. Ang y yo nos fuimos a la playa, estaba atardeciendo y el ambiente era genial para dar unos toques al balón Birmano y hacer un poco de yoga. Después de una media hora de yoga, abrimos los ojos y nos empezamos a fijar en el mar. Las olas están rompiendo y en la espuma se reflejan colores azules fluorescentes 🤔 nos quedamos bastante pillados, pensamos que podía ser reflejo de los barcos pesqueros, o de alguna luz de los chiringuitos, pero no! No tenemos claro aún si eran algas o plancton, solo sabemos que fue un espectáculo para ver en directo ( no hay fotos 😫), leímos que se tienen que dar varias circunstancias para que las algas o el plancton produzcan ese color azul fluorescente, y nosotros pensamos lo afortunados que hemos sido!
En el camino de vuelta llevamos el frontal de Paula para que no nos atropellen con la bici, y después de una duchita y bien de aftersun, vamos en búsqueda de nuestros amigos a la old town.
Nos tomamos unas cerve y unos gin tonics gratis a salud del bar Tiger Tiger de Hoi An y pasada la cena nos vamos con los calores a la villa de Sam. Mañana será otro día, este pueblo es una maravilla y tenemos grandes expectativas para verlo de día!
Hasta la próxima!
Jorge 🐐
Ayer nos dimos cuenta que los días grises se acabaron en el norte de Vietnam, al levantarnos vemos un sol inmenso y un calor que pa qué!
Hoi An es un paraíso, el paraíso Vietnamita con su old town repleta de miles de farolillos de colores, sus campos de arrozales en las afueras llenos de búfalos, trabajadores Vietnamitas con gorritos picudos y garzas por todos los lados comiéndose las semillas de arroz.
Prontito nos despertamos, aunque no se nos olvida que son nuestras pequeñas vacaciones en Vietnam, cogemos las bicis del tío Sam y nos ponemos rumbo a la playita.
La información de los locales siempre es útil, y otra vez nos sirve de mucha ayuda. En un principio teníamos pensado ir a la playa de Cua Dai, pero Sam nos comenta que está llena de pedrolos, que la guena guena es la de An Bang.
Después de un desayuno de te tradicional helado y huevos en pan ( el grupito se está acostumbrando a los Banh Mi), continuamos la ruta atravesando campos de arroz, huertas muy organizaditas , ríos con algún pescador en barquitas de madera y algún que otro manglar. Lo que mas me gusta es ver a los bufalillos de agua comerse las malas yerbas que crecen entre las plantas de arroz, ya que este es el único animal de bosquejo adaptado a la vida en humedales 🏞
También nos encontramos un templo budista con influencias Japonesas, un cementerio Cristiano de lo más colorido y cómo no, un montón de templos enanos en las entradas de las casas con ofrendas de flores y alimentos.
El tráfico de motos según nos acercamos a la carretera principal se vuelve completamente loco 🏍, no es lo mismo andar por el arcén que montar en bici como un motero Vietnamita más. Hay de todo tipo de motos, pero las más frecuentes son las automáticas con gasolina y las que utilizan los jovenzuelos, que suelen ser eléctricas con pedales, muy divertidas.
La playa no es Palolem 🌴, pero es bastante paradisíaca. Las Mamachus de la playa empiezan a hacer su aparición nada más apear el culo en la arena. Van todas cubiertas, desde los dedos gordos hasta el último pelo, con mascarillas y guantes.
Las vamos nombrando como Mamachus de lo que venden, la que más nos gusta es la Mamachu de la cerveza, a pesar de no poderse comunicar muy bien en Inglés, nos vende unas Saigon, y nos escribe su nombre en la arena: Ge. La Mamachu de la crema se hace el Agosto con la venta de la protección solar de 50 a nuestro grupito de blancuchos nucleares ( omitiendo a 👳) y otras son las Mamachus regalistas, pulseras, obsequios, comida,etc, todo amontonado en una cesta no tan grande como parece. Tendrán que darnos un curso para organizar nuestras Backpacks 😋
Una siesta del cordero boca arriba, una camisa de playeo y listos para comer. Nos toca alejarnos bastante de la playa ( los precios de los chiringuitos son carísimos) y encontramos a la Vietnamita Americana. Nos cuenta que su restaurante utiliza alimentos locales y por eso es muy barato, y que ella es Americana aunque no hable ni papa de Inglés. Todos prueban unas pizzas vietnamitas, base de arroz y vegetales, Javi con queso y tomate a lo occidental y Paula un mix de mar y montaña. Venía cortadita como una pizza normal 🍕 pero luego la tenían que añadir hojas de diferentes lechugas y enrollarla en hojas transparentes de papel de arroz, untarlo en soja y listo para el bocado! Nos encantó el sitio y la comida, aunque la Vietmericana nos enchufo 50.000 dongs por unas toallitas húmedas para limpiarnos las manos 😯 vaya traviesa!!
Javi, Paula y Alba se fueron al hostal a prepararse para la noche y descansar. Ang y yo nos fuimos a la playa, estaba atardeciendo y el ambiente era genial para dar unos toques al balón Birmano y hacer un poco de yoga. Después de una media hora de yoga, abrimos los ojos y nos empezamos a fijar en el mar. Las olas están rompiendo y en la espuma se reflejan colores azules fluorescentes 🤔 nos quedamos bastante pillados, pensamos que podía ser reflejo de los barcos pesqueros, o de alguna luz de los chiringuitos, pero no! No tenemos claro aún si eran algas o plancton, solo sabemos que fue un espectáculo para ver en directo ( no hay fotos 😫), leímos que se tienen que dar varias circunstancias para que las algas o el plancton produzcan ese color azul fluorescente, y nosotros pensamos lo afortunados que hemos sido!
En el camino de vuelta llevamos el frontal de Paula para que no nos atropellen con la bici, y después de una duchita y bien de aftersun, vamos en búsqueda de nuestros amigos a la old town.
Nos tomamos unas cerve y unos gin tonics gratis a salud del bar Tiger Tiger de Hoi An y pasada la cena nos vamos con los calores a la villa de Sam. Mañana será otro día, este pueblo es una maravilla y tenemos grandes expectativas para verlo de día!
Hasta la próxima!
Jorge 🐐
Qué sitio tan estupendo con arrozales, búfalos, templos, playas y plancton fluorescente!!������
ResponderEliminarQué sitio tan estupendo con arrozales, búfalos, templos, playas y plancton fluorescente!!������
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