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viernes, 31 de marzo de 2017

Dia 54: El calor de Bangkok

Amanece en Bangkok después de una noche con el aire acondicionado que nos hace levantarnos con molestias a alguno de nosotros. Este aire es automático y no hemos podido prescindir de él. 
Alba, la más madrugadora, tiene la maleta preparada y decide salir a comprar algo de desayuno, yo que me acabo de despertar me pongo algo de ropa y me voy con ella al "7 eleven" a comprar unos sándwiches y un batido. 
En el hostal nos preparamos un café y nos salimos a la terracita al "fresco". Desde bien temprano hace calor y es un calor húmedo que no hay quien lo soporte. Mientras tanto Jorge, Paula y Angela se van preparando. 
Terminado el desayuno, hacemos el "check out" y decidimos ir en búsqueda de un bus que nos lleve a la calle más famosa de "backpackers", Khao San Road. 
Nuestra ruta es la del número 15, cuando entramos buscamos al cobrador del billete pero no hay😱. Una señora nos comenta que el autobús va a la zona del Pañacio Real por lo que el Gobierno ha decido ponerlo gratis. Todo esto viene porque el Rey falleció en octubre del año pasado y se encuentra en el palacio para que todos los Tailandeses y personas de resto de mundo pueda acercarse y decirle adiós. 
Llegamosba Khao San Road, es una calle donde ponen un mercado con cosas muy bonitas pero con tan mala suerte que solo es de martes a domingo, por lo que decidimos dar una vuelta rápida a las tiendas de la zona. 
Nos sentamos en un restaurante a comer y ya más adelante empezar con las compras. De postre un helado del McDonalds, con su nata buena y bañado en chocolate que se queda duro al contacto con el helado....mmmm delicious 🍦🍦😋😋😋
Comenzamos con las compras, esta vez algo caro acostumbrados a los puestos del norte de Tailandia como en Chian Mai o Chian Rai, aún así cae alguna que otra cosa. Paula decide hacerse una trenza de colores y encontramos a un chico que las hace a buen precio y con mucha amabilidad, que algunos tailandeses se están pasando de "simpáticos" y nos invitan a dejar su puesto/tienda de una manera grotesca. 
Una vez andada la calle de un lado a otro y de ese lado vuelta al principio decidimos que nos merecemos una cerveza, nos acercamos a nuestro súper de confianza y ya la tenemos. Nos sentimos los reyes de la calle pues vamos andando por mitad de la calzada y sin que nadie se nos oponga. A mí me entra la cena fotógrafa y saco la cámara de Paula y comenzamos nuestra sesión de fotos. 
 

Paula de ha quedado con las ganas de una trenza un poco más larga, así que vamos a nuestro amigo y cuando llegamos estaba arreglando unas rastas a Robbin, un chico alemán que estaba con su novia Federica por la zona. Nos sentamos a esperar y comenzamos a charlar, el pobre se ha tirado casi dos horas para que le quedase bien. Mientras esperábamos a que acabase y Paula se hiciese la suya, llega un hombrecillo inglés, Robert y se queda con nosotros. 

Vamos todos juntos a cenar a una calle que habíamos descubierto Jorge y yo en nuestras andanzas por los callejones que salían de la calle principal. Comemos en un puestecito donde nos sirven el mejor Phad Thai relación cantidad-precio-sabor de la zona. Al ser una calle de restaurantes, no tenía mucho sitio destinado a los comensales de los puestos pero sin problema Jorge y yo nos sentamos en un trozo de carretera que nos parece bien y que no molestamos mucho. La gente nos mira, nos hace fotos pero al estar acostumbrados, seguimos a nuestro rollo. 
Los chicos alemanes nos cuentan que también van a otra de las ciudades que vamos a visitar así que intercambiamos contactos y esperamos volver a verles, se marchan a su hostal que han dormido más bien poco y quieren descansar. 
Justo aparecen dos chicos ingleses, Tom y Jack que se unen a nuestro círculo en la calle y echamos un rato agradable. 

Toca la hora de irse hacia el hostal, recoger maletas y marchar al aeropuerto, algo lejos del centro. Hoy decidimos hacer noche aquí ya que el vuelo sale muy pronto y tendríamos que madrugar mucho.

Llegamos al aeropuerto y buscamos un sitio para descansar un poco, yo me quedo hablando con nuestra cordobesa londinense, Bea.El tiempo vuela, cuando me doy cuenta han pasado casi dos horas desde que empezamos a hablar y al echar el ojo mis compañeros de viaje todos duermen como pueden. No puedo evitar hacerme unos selfies con ellos: 

 
 
 
 


Velaré por sus sueños mientras escribo estas líneas. 
Pronto estaremos volando,

Buenas noches

Javi 👳🏽

2 comentarios:

  1. Así me gusta,Javi, que veles sus sueños. Y tus caras son todo un poema .....☺☺

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    1. Jajajajaja ya un ellos no ponían otra cara pues había que poner alguna graciosa hahaha

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