Seguimos en Koh Phi Phi o eso creo, hoy nos toca cerrar maletas e ir hacia Krabi, un pueblo de la costa tailandesa.
Después de la gran noche de ayer nos levantamos como podemos. Las chicas amanecen antes y van a la comisaría a ver si por un casual estuviese la riñonera de Alba pero no hay suerte. Jorge y yo nos duchamos y vamos preparándonos cuando ellas llegan.
Dejamos la habitación y las maletas en el hostal mientras que desayunamos. Nuestro Ferry sale en un par de horas, tiempo suficiente para ir a comprar los billetes y desayunar.
Hoy hemos sido un poco tailandeses en el desayuno y nos hemos tomado unos Pad Thai, un poco picante pero que después de una noche de fiesta siempre llena más que un simple café con algún dulce.
Con las pilas a media carga, recogemos las maletas y vamos hacia el Ferry. Jorge y yo vemos unos asientos vacíos y nos colamos ahí pero va entrando más gente y al final nos tenemos que conformar con dos. Las chicas se suben a la parte de arriba que había más hueco al parecer.
Nuestra llegada a Krabi fue algo humedad, estaba cayendo la tormenta más fuerte que hemos vivido hasta ahora, por lo que colocamos los cubre-mochilas y salimos del embarcadero en busca de un taxi. Anoche quedamos con los amigos de Lucia, la hermana de Angela, que estaban de vacaciones por aquí. En el puerto hacemos un trato con el taxista que nos lleva a todos juntos a nosotros a nuestro hostal y a ellos al aeropuerto.
Esta vez nuestro hostal tenía piscina 🏊🏽 así que ya teníamos plan para pasar la tarde noche. Dejamos las maletas y nos vamos a comer al restaurante más cercano, al no ser una isla, los precios eran bastante más bajos que en Koh Phi Phi.
Terminamos de comer y Alba, Paula y yo vamos a comprar un móvil para Alba. Llegamos a un centro comercial donde no sólo tenían móviles sino también zapatos, sandalias y algo de ropa asi que compramos algo más que un móvil 😅
Después nos acercamos a nuestro súper de confianza y yo me compro mi merienda: un batido de chocolate bien fresquito y unas galletas mmm delicious😋 y de vuelta al hostal a disfrutar de nuestra piscina.
La piscina esta algo fría pero nos metemos y hacemos vídeos y alguna que otra foto y disfrutamos de una tarde de relax. De repente un ejército de mosquitos empieza a atacarnos por lo que huimos despavoridos a la habitación. Una ducha calentita y a cenar.
Alba no se encontraba bien por lo que los vamos sin ella. Llegamos a un mercado nocturno, el cual nos recuerda al primero de Chiang Mai, parece que fue ayer cuando estuvimos ahí y ya ha osado casi un mes. Después de cenar nos toca el postre 🍦🍦y para animar un poco a Alba le compramos un monedero para que pueda meter su dinero y lo que necesite.
Ya en el hostal muy cansados y con la mente en nuestro siguiente destino: Ko Pha Ngan
Mañana más y mejor
Buenas noches
Javi 👳🏽
¡Qué guay la piscina!, una pena que llegaran los mosquitos.
ResponderEliminarNo hay nada q pueda connosotros, un poco de repelente y a seguir! 💪🏽
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